El neumólogo del IMSS en Jalisco, Rubén Santoyo Ayala, dijo que la apnea del sueño, caracterizada por un cese momentáneo de la respiración mientras se duerme, es un trastorno que también afecta a población pediátrica, primordialmente a los niños de entre dos y cinco años de edad.
Estimó que en México hasta 5% de infantes presenta este problema asociado a factores como obesidad, sobrepeso y malformaciones o alteraciones de la cavidad oral (úvula, paladar o faringe), además de hipertrofia de las amígdalas o incluso tumoraciones de la garganta.
Roncar es… ¿normal?
El ronquido es una de las características de este trastorno, por lo que entre 9% y 12% de niños roncan, y de éstos hasta 10% padece apnea del sueño.
En los niños, roncar y otras manifestaciones pueden indicar la presencia del problema, como irritabilidad, hiperactividad, mal aprovechamiento escolar y enuresis (orinarse en la cama), cianosis (amoratamiento de labios o dedos), amígdalas grandes y patrones alterados de la respiración.
El especialista manifestó que otro dato es la llamada latencia del sueño. “Si al acostarlo, el niño tarda menos de cinco minutos en quedarse dormido, esto es latencia y si además tiene sobrepeso u obesidad hay una gran sospecha de que sea apnea, lo normal es que un [niño] se quede dormido después de cinco o 10 minutos de haber llegado a la cama”, afirmó.
En un niño, la apnea puede tener efectos severos, como taquicardia (aumento excesivo de la frecuencia cardiaca), y/o bradicardia (disminución de los latidos del corazón), hipertensión arterial e incluso arritmias.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar apnea en el niño, se debe identificar el hecho de una interrupción de la respiración de entre seis y 10 segundos en el lapso de una hora.
La apnea del sueño también es frecuente en niños que presentan Síndrome de Down o Síndrome de Prader Willi, además de los que nacen con labio y paladar hendido.
En muchos casos una opción para el tratamiento de apnea en niños es la extirpación de las amígdalas, no obstante en ciertos pacientes puede haber reincidencia.
En la mayoría (hasta 80%) de pequeños, el problema se resuelve con el control y estabilización del peso corporal y con la utilización del instrumento especializado denominado CPAP (20% de los pacientes).
El CPAP consiste en una mascarilla que se utiliza al momento de dormir y que brinda un flujo de aire más continuo, y da como resultado una mejor y mayor oxigenación, lo que previene episodios de apnea.
La apnea del sueño en niños es causa de ausentismo y bajo rendimiento escolar, aunado a que en recién nacidos y en etapa de lactancia puede derivar en la llamada muerte de cuna, debido a que el acostarlos de forma inadecuada contribuye a obstaculizar el paso del aire por el trayecto buco-nasal.